Las razones por las que un babea son estas...






Babeo y Salivación en bebés y niños 


El babeo puede ser algo normal en los primeros seis a dieciocho meses de vida hasta que se desarrolla la función motora oral. Existe un pequeño grupo de niños sanos que babean hasta aproximadamente la edad de seis años .


El hecho de babear


Babear no es señal de la dentición. Indica que las glándulas salivales de tu bebé comenzaron a funcionar. La dentición comienza después de los 4 meses (generalmente alrededor de los 6 meses), pero la fuente de la boca del bebé comienza alrededor de los 3 meses. Algunos niños babean un poco y otros mucho. 

En realidad, los bebés no producen mucha saliva hasta los 3 meses de edad. Su dieta puramente líquida es fácil de tragar y la leche materna no contiene almidón, por lo que los bebés ni siquiera necesitan algunas de las propiedades digestivas de la saliva. El babeo se desarrolla justo cuando el bebé lo necesita.

Hay tres pares de glándulas salivales principales en la boca, las glándulas submandibular, sublingual y parótida. Por día se estima una producción de saliva cuantificada entre 500 a 2000 ml. Las glándulas submandibulares producen la mayor parte (alrededor del 65%) de la saliva en la boca y sus secreciones son acuosas. Las glándulas sublinguales producen un poco de saliva espesa y mucosa. Las glándulas parótidas producen saliva a través de conductos que se abren hacia la boca cerca de los segundos molares superiores. El sistema nervioso autónomo que involucra tanto al sistema nervioso simpático como al parasimpático es responsable del control general de la salivación. Estos nervios no están bajo control consciente.


El babeo de los bebés alcanza su punto máximo cuando dominan las habilidades avanzadas del bebé, como llevarse las manos a la boca y masticar. Estos movimientos específicos estimulan sensores en la boca (mecanorreceptores) que envían señales a las glándulas salivales. Hay un flujo salival normal en reposo que mantiene la boca y el esófago húmedos, pero cosas como el gusto, el olfato, la presión en la lengua y la masticación provocan un aumento de diez veces en la salivación.


El babeo no es normalmente el resultado de una sobreproducción, sino un control ineficaz de las secreciones salivales. Esto puede deberse a:


• Falta de conciencia de la pérdida de saliva externa
• Cierre de labios inadecuado que resulta en una postura de boca abierta
• Sensación orofaríngea (boca y parte posterior de la garganta) ausente o alterada
• Movimientos anormales / tono anormal de la lengua y los labios (a veces conocido como deterioro motor intraoral)
• Frecuencia reducida para tragar y dificultad para tragar (a veces conocida como disfagia)
• Una combinación de estos factores.

Así pues existen otros factores que contribuyen con la persistencia de babeo o sialorrea como:

  • Postura deficiente (control de la cabeza y / o del tronco deficiente)
  • Problemas dentales como caries dental y maloclusión.
  • Se utilizan medicamentos para otros fines, por ejemplo, clonazepam (Rivotril) para la epilepsia.


Funciones de la saliva en los bebés 

• Lubrica los alimentos para ayudar a masticar y convierte los alimentos en un bolo (bola blanda) para facilitar la deglución, (cuando inician alimentación complementaria)
• Lubrica la lengua y los labios durante el balbuceo o el habla.
• Limpia los dientes y las encías y ayuda con la higiene bucal
• Regula la acidez en el esófago (garganta)
• Destruye microorganismos y elimina sustancias tóxicas
• Facilita el gusto
• Inicia la digestión de carbohidratos


¿Cuándo se considera anormal?


Se considera anormal en niños mayores de cuatro años al evidenciarse un babeo persistente, lográndose observarse por ejemplo con mayor frecuencia en la parálisis cerebral u otras afecciones con deterioro neurológico grave. Existe un pequeño grupo de niños sanos que babean hasta aproximadamente la edad de
seis años.


En los bebés la salivación profusa que sale de su boca es en realidad un signo de desarrollo neurológico normal 







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